sábado, 13 de septiembre de 2014

Leerlas

Cuando iba más o menos por la mitad de Too much happiness, de Alice Munro, me dije (le dije a Twitter): "Desde que aprendí a leer mujeres mi vida cambió para bien. (Y dije leer mujeres no leer a las mujeres.)" Me pasó por leer a Alice y me pasó por leer a Gina y a Luchi, dos compañeras de taller que hacen cosas con las palabras que los varones no podemos, creo. ¿Está mal? ¿Está mal decir que hay diferencias entre lo que escriben los varones y las mujeres? No sé, pero Munro hace decir en "Fiction" a un varón que está dejando a una mujer "No hay un nosotros" (p. 38) y sabemos que nos está diciendo que ninguna mujer diría eso. Así como es femenina la noción que le viene a una personaje de que "todas las personas en el mundo están desnudas, en cierta manera. (...) Somos todas criaturas tristes, descubiertas, bifurcadas." (p. 81, "Wenlock Edge") ¿Me gustaron los cuentos de Too Much Happiness? Sí, todos menos el último, el que le da el título al libro, que no terminé, quizás para dejar asentado ante el mundo y ante mí que puedo no terminar un libro, aunque sea dejar de escuchar a una mujer. Y a ellas siempre hay que escucharlas, como a la señora del cuento "Child's Play", que al final nunca se casó aunque había tenido un par de veces la sensación de que llegaría el momento de "abrirse al medio, de someter mucho más que tu cuerpo, tirar seguramente toda tu vida dentro de un canasto junta con la de él." (p. 211) ¿Eso es casarse? ¿Someterse y someter, mientras que la amistad es la igualdad, las historias compartidas? Mucho antes, esa misma señora, siendo chica, se hace una amiga y se cuentan cosas: "Las mujeres adultas hacen el mismo tipo de cosa que hicimos Charlene y yo. No contar los lunares de la espalda de la otra o comparar los largos de los dedos de los pies, quizás. Pero cuando se conocen y sienten una simpatía particular una con la otra también sienten la necesidad de dejar sentada la información importante, los eventos importantes ya sean públicos o secretos, y después proceden a llenar los espacios entre ellos." (p. 192) ¿Nosotros nos hablamos así? Nos hablamos de los lugares de nuestras vidas, somos conscientes de los lugares de nuestras vidas. "Algo pasó acá. En tu vida hay unos pocos lugares, quizás un sólo lugar, donde algo pasó, y después están todos los demás lugares." (p. 162) Desde que aprendí a leer mujeres mi vida cambió para bien, pero no sé bien por qué ni cómo, así como no sé muy bien por qué me gustó Alice Munro y por qué no lo pude terminar, porque todo queda sin cerrarse, todo sigue bajo algún halo de misterio, velado, vedado, femenino.

Vintage, London, 2010 (2009)

Originales de las citas usadas
"There is no 'we', he said." (p. 38)
"The notion came to me that everybody in the world was naked, in a way. (...) We were all sad, bare, forked creatures." (p. 81)
"the time would come when you want to split open, surrender far more than your body, dump your whole life safely into one basket with his." (p. 211)
"Grown-up women do the same sort of thing that Charlene and I did. Not counting the moles on each other's backs and comparing tow lengths, maybe. But when the meet and feel a particular sympathy with each other they also feel a need to set out the important information, the big events whether public or secret, and then go ahead to fill in all the blanks within." (p. 192)
"Something happened here. In your life there are a few places, or maybe the one place, where something happened, and then there are all the other places." (p. 162)

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